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El Compositor

En 1854 Ocón compone la obra Motete al Santísimo, una partitura bastante ambiciosa que anuncia ya futuras e importantes realizaciones. Dos años mas tarde, da a conocer el Motete en Honor de la Inmaculada Concepción de María y Quam Pulchri Sunt. Las escasas posibilidades económicas por las que en ese momentos pasa la catedral influyen a la hora de realizar la instrumentación de estas obras.

En su música Ocón muestra un claro dominio de la técnica, aunque el estilo es muy conservador, sobre todo en el tratamiento armónico. Lo que más sobresale en estas obras es la espontaneidad y el despliegue que se observan en la melodía. No hay pasajes forzados, las frases fluyen con toda naturalidad tanto en lo vocal como en lo instrumental. Eduardo Ocón evidencia una notable facilidad al poner música a los textos, junto a una envidiable inspiración. Estas cualidades son la que más influyen para que su música se hiciera popular en la Málaga decimonónica, y muy pronto también en otras ciudades españolas e incluso extranjeras.

El 23 de enero de 1858, estrena en el Teatro Real de Madrid la cantata que dedica al Nacimiento de Alfonso XII.
El 17 de Noviembre de 1859, se estrena la zarzuela El grito español en el Teatro Principal de Málaga en una función a beneficio del 3er. Cuerpo del Ejercito de Africa que parte hacia Ceuta pues España esta en guerra con Marruecos. Respecto a la música teatral, esta es su única obra.
Acto seguido compone el Miserere para coro solistas órgano y gran orquesta, y la Rapsodia española para piano instrumentada para orquesta posteriormente.
Eduardo Ocón Despliega su arte y su técnica compositiva en tres frentes: la música religiosa, de cuya copiosa producción el miserere es la mejor obra; el pianismo típico de salón, el estilo que en esos momentos invade Europa, con partituras como Gran vals brillante y Estudio capricho para la mano izquierda, y como tercer frente, se muestra pionero y convencido en la Rapasodia y el Bolero como nacionalista. En este último aspecto, Ocón siente una amplia conciencia de cual es nuestra música autóctona.

(Todos estos datos han sido extraidos de la publicación: "Eduardo Ocón. El nacionalismo musical" de Gonzalo Martín Tenllado. Ediciones Seyer.)